miércoles, 20 de marzo de 2013

"Zíngara: buscando a Jim Morrison", de Salva Rubio

    El autobús atiborrado de gente me escupe en mi parada a la misma hora como todos los días. Cansada,  guiñando los ojos con el sol de media tarde que lanza rayos hacia mi cara sin ton ni son, recorro el camino hacia mi piso azul pensando en las cosas que tengo que  hacer cuando llegue. Y no las haré, para qué te voy a engañar visitante. Varios metros antes de llegar a mi portal me paro a buscar las llaves  escondidas en cualquier maldito rincón de un bolso más grande de lo que me gustaría que fuera. Y alzo la vista. Y me encuentro, tal cual, con un chico alto, cabello corto y castaño, espaldas anchas y pantalones sorprendentemente sujetados a la cintura (ni un centímetro más arriba ni más abajo) con un cinturón de cuero viejo. Va cargado de bolsas. Parece que acaba de hacer la compra. Y algo se cae al suelo...

    Rauda y veloz (bueno tampoco tanto. Hace tiempo dejé el gimnasio <propiedad del banco decía el cartel en la puerta> y ando en baja forma) me dirijo hacia mi portal deseando dos cosas: 1) que la puerta no se cierre   (¡¡no me ha dado tiempo a coger las llaves!!) y 2) ¿no será?....

    La puerta se cierra.No me digas nada, visitante. Tropiezo con lo que se había caído al suelo. Un libro.

    Por fin, encuentro las llaves, y entro. Subo a mi tercer piso por las escaleras ya que este, por muy azul que sea, no tiene ascensor. Me planto justo delante de la puerta B, o sea, la de mi vecino de al lado. En una mano el libro. En la otra mi corazón a mil por hora. Toc Toc. Ojeo el título: "Zíngara: buscando a Jim Morrison" de Salva Rubio.

En el verano de 1971, Jim morrison visitó España de incógnito. Jaime, un adolescente disminuido físico, decide cruzar el país para encontrarlo. 

 ¿Cómo es el mundo para alguien que no ha salido nunca de casa? Jaime es un adolescente que lo tiene todo: cientos de libros, películas, discos y todo el tiempo del mundo para disfrutar de ellos; concretamente, el resto de su vida. Y es que Jaime está aquejado de una enfermedad que le ha obligado a vivir siempre apartado del mundo y protegido por su familia. Sin embargo, es perfectamente feliz; de hecho, por nada del mundo dejaría de lado una vida tan cómoda. Solo hay una cosa que altera su paz: la inquieta Julia, su compañera de juegos y lecturas desde que eran pequeños, y con quien ha compartido su encierro toda su vida. Sin embargo, al contrario que Jaime, Julia está loca por salir y ver el mundo, especialmente desde que escucha rock y viste de forma hippie. Un día, Julia se entera de que su adorado Jim Morrison ha venido a España y le propone a Jaime una aventura inolvidable: cruzar el país para encontrarlo. Sin embargo, cuando la desgracia se cierne sobre la familia y la aventura queda abortada, Jaime aún tiene una promesa que cumplir... Encontrar, donde quiera que esté, a Jim Morrison.


    Cuando comencé a leer la novela lo primero que me llamó la atención fueron los tópicos con los que Salva la salpicaba: los militares, camioneros, hippies...Menos mal que este aspecto que no me hizo la suficiente gracia  sucedió al principio porque es una novela tan ágil que casi no te da tiempo a reparar en estas cosas.

    La novela está narrada desde primera persona, Jaime el protagonista, un chico bastante gruñón que por una discapacidad física está obligado a vivir encerrado en una casa que para él es el paraíso ya que dispone de todo lo que pueda desear: música, libros, películas...Por un revés del destino tiene que abandonar su habitación y salir al mundo real, ése al que sus padres han evitado que descubriera por un afán superprotector.  Y es en este punto cuando realmente comienza la historia.

    Una historia contada de una forma tan original que el autor, por boca de Jaime, te obliga a coger el diccionario cada dos por tres (cosa que agradecí. Mucho). Cuenta con una prosa sencilla pero intensa y  cada punto y a parte es una pincelada que representa un cuadro lleno de luz, de sonidos...de vida. Me encantó por ejemplo la descripción que hace del labriego en La Mancha. Me pareció sublime. 

    Estamos ante una novela de superación tanto física como mental en la que Jaime/Salva  utiliza la figura de Jim Morrison como una excusa para seguir con su viaje hacia adelante.Para no rendirse. Su estrella Polar. Y Zíngara....bueno, no seré yo la que te hable de ella., visitante. Eso lo tendrás que descubrir tú. Sólo una frase:

"El mundo de ahí fuera no es como el de los libros. Es mil veces mejor."

P.S: Estoy sentada en el suelo enfrente de la puerta B cuando paso la última página de la novela.

P.S.2: No han abierto la puerta. Mierda. No era él...

viernes, 1 de marzo de 2013

"ENTRA EN MI VIDA", de Clara Sánchez

    Llámame cursi si quieres visitante. Que ya era hora. Sé que no tiene nada (absolutamente nada que ver) con la historia que cuenta la novela, el caso es que la otra tarde fui a la librería que está cerca de mi edificio azul. Es una librería oscura, vieja y que cuando entras el olor a humedad te abofetea la cara. Por eso me gusta tanto. La regenta un chico joven que en su día fue hijo, nieto, bisnieto, etc. del que la fundó. Pero esto no viene al caso.

    Pues resulta que rebuscando en una caja de madera donde el joven clasifica las novelas me encontré con "Entra en mi vida" de Clara Sánchez. El título me pareció que venía tan a cuento que no pude resistirme a comprarlo.


En los años ochenta, cuando Verónica tiene diez años, descubre en la vieja cartera de su padre la fotografía de una niña que jamás ha visto antes, una foto acerca de la cual su intuición le dice que mejor no preguntar. Tras ese episodio, ha vivido siempre con la percepción de que la tristeza, las discusiones y los silencios en casa escondían algo de lo que nadie quería hablar. Años después, la enfermedad de la madre enfrenta a una Verónica adolescente cara a cara con un pasado del que lo desconoce casi todo, un pasado robado que la acerca más y más a esa niña de la fotografía.Por su parte, Laura siempre ha sentido que algo no encajaba en su familia. Ha crecido insegura, bajo la sombra de una abuela absorbente y una madre que apenas le ha hecho caso. Un día, Verónica entra en la zapatería en la que trabaja Laura y, con una sola mirada de esa chica resolutiva y tenaz, Laura comprenderá que hay momentos decisivos que suponen un antes y un después en la propia vida, aunque a veces resulte difícil reconocerlos.Desentrañar la enrevesada madeja de mentiras y manipulaciones que ha conformado sus vidas les descubre que el precio de pelear por la verdad exige un amor sinfisuras y un coraje extraordinario, porque el camino es aventurado y de no retorno y, tras una espiral de emociones al límite, se acabará revelando también como muy peligroso.

    "Entra en mi vida" es un historia donde el amor y los secretos comparten protagonismo a partes iguales. Verónica es una chica fuerte, curiosa, decidida e independiente que un día descubre una fotografía en el armario de sus padres. Es a partir de ese momento cuando a empieza a ser consciente de que hay un nombre que no paran de pronunciar en su casa: Laura.

    Por su parte, Laura es una chica obediente, trabajadora e insegura que sabe que hay algo en su vida que no encaja del todo pero que no se preocupa en descubrir qué es.

    Y es aquí donde Clara Sánchez crea una historia contada desde  el punto de vista de sus dos protagonistas a través de capítulos más o menos extensos (al principio los capítulos que tratan sobre Verónica son más largos que los que tratan sobre Laura), encabezados por unos títulos que representan un breve resumen de lo que vamos a encontrarnos. Para mi, los títulos me resultan muy ilustrativos.

    El inicio de la novela es algo lento pero conforme nos vamos adentrando en la historia y Verónica se convierte en adolescente, llega un punto en el que es imposible dejar de leer.

    En muy pocas "pinceladas", Clara nos dibuja unos personajes totalmente verosímiles, reales. Ésto, junto con el tema de los niños robados que tan de actualidad está, hace que la historia parezca basada en hechos reales (desconozco si lo es).

    Creo que hace tiempo que no he leído una novela en la que no haya encontrado ningún aspecto negativo a comentar...pero es que Clara es mi punto débil. Qué le vamos a hacer.

    En resumen: una historia muy bien contada y escrita que merece la pena darle una oportunidad.

 ¿Hay alguien que sepa cómo apagar la conciencia sin tener que morir?

    P.S: Voy a regalarle a mi vecino de al lado "Entra en mi vida" y espero (espero) que se dé por aludido. Con una dedicatoria breve: "De A para J". Lo dejo en su buzón sin nombre.

     P.S2: Ahora sí, visitante. Llámame cursi si quieres.